Nuestros docentes
16 may. 2025
Por María Clement, coordinadora de español en Primaria
Es por todos sabido que una educación bilingüe indiscutiblemente tiene beneficios a muchos niveles, por supuesto, las ventajas a nivel académico están más que comprobadas, pero yo destacaría, sobre todo, los beneficios emocionales que se le atribuyen.
Por supuesto, el ser bilingüe mejora la capacidad cognitiva y el rendimiento académico ya que aumenta la flexibilidad mental, permitiendo cambiar de una tarea a otra con mayor facilidad. Además, aprender un tercer idioma resulta más fácil porque el cerebro está acostumbrado a procesar múltiples lenguajes, lo cual también tiene un efecto en la capacidad de expresión y comprensión en cualquier idioma, por lo que las habilidades de comunicación se desarrollan notablemente.
Pero lo que yo destacaría son los beneficios que tiene en esas “soft skills” o habilidades no técnicas pero que son tan necesarias tanto en nuestro día a día, como, por ejemplo, en un proceso de selección en un trabajo.
De estas habilidades, una de las más importantes es la adaptabilidad. El ser capaz de amoldarse a diferentes situaciones, contextos o retos, algo a lo que el alumnado bilingüe está constantemente expuesto y desarrolla de manera natural, haciéndolo más resiliente. De la misma manera, al comprender diferentes culturas, se desarrolla una mayor capacidad de empatizar con otros, lo que se traduce en mejores habilidades sociales.
El poder expresar tus sentimientos en más de una lengua es una herramienta invaluable que permite una mayor riqueza emocional y una comunicación más matizada. Esto no solo fortalece las relaciones interpersonales, sino que también contribuye al bienestar emocional y la autoestima. En definitiva, una educación bilingüe no solo abre puertas en el ámbito académico y profesional, sino que también moldea individuos más abiertos, adaptables y emocionalmente inteligentes, preparados para enfrentar los desafíos de un mundo cada vez más globalizado porque, como dijo Carlomagno: “Saber otro idioma es como poseer una segunda alma”.
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