Por Eve Waite, coordinadora de lectoescritura y profesora de historia en Secundaria
A principios de este año planificamos un nuevo evento de lectura en la biblioteca William Caxton. Forma parte de nuestra visión más amplia en Secundaria para fomentar la lectura sea para aprender y por placer. En colaboración con nuestros maravillosos bibliotecarios y el departamento de Ciencias, invitamos a los estudiantes de Year 10 a 13 interesados en una carrera de ciencias a un encuentro con café para comentar los libros elegidos específicamente para esta área de estudios. Nuestros futuros científicos e ingenieros conocieron nuestra colección de no ficción, que incluye libros sobre una amplia gama de temas como medicina, genes, evolución y la tabla periódica. Escucharon una fascinante presentación a cargo de Mr. Jeffs y su equipo, y disfrutaron de café, té y bizcocho mientras hojeaban la selección de libros. Cada estudiante se fue del evento con una lista de lectura cuidadosamente preparada que Mr. Jeffs, Mr. Spiller y Ms. Board habían elaborado para alimentar aún más la pasión de nuestro alumnado por la ciencia.
Este evento no es la primera vez que lo hacemos. En junio del año pasado, organizamos nuestro primer encuentro relacionado con la psicología. Fue Ms. Brunell, coordinadora de Psicología y Orientadora Profesional, quien se acercó a mí con una misión clara: atraer a más estudiantes de Year 10 a 13 a la biblioteca para contemplar la riqueza de los textos de no ficción que podrían despertar su curiosidad y apoyar sus futuras metas profesionales.
No sorprende que los investigadores encuentren un fuerte vínculo entre el rendimiento académico y el futuro éxito profesional del alumnado que lee con frecuencia. Como ha declarado Jonathan Douglass, director ejecutivo del National Literacy Trust del Reino Unido, "cuanto más leen y disfrutan los niños de los libros, más brillante será su futuro financiero". Como docentes, sabemos que nuestros lectores más interesados son a menudo nuestros estudiantes con mejor rendimiento. También sabemos que es esencial que nuestros jóvenes dejen a un lado sus libros de texto y se sumerjan en la literatura fuera del aula si quieren acceder a instituciones educativas prestigiosas después de terminar Bachillerato, como una de las universidades del Russell Group en el Reino Unido o una universidad de la Ivy League en los Estados Unidos.
En 2024 hicimos una encuesta sobre lectura entre los estudiantes de Year 7, 8 y 9. Estos se mostraron generalmente positivos sobre su disfrute de la lectura. Mi comentario favorito fue el de un alumno de Year 8 que comentó: "¡Leer me hace inteligente!". Pero también debemos reconocer nuestros desafíos; por ejemplo, una cuarta parte de los estudiantes encuestados dijo que no lee fuera del colegio, y nos interesa saber los resultados de nuestro alumnado más mayor en la próxima encuesta a finales de este curso. El informe más reciente del National Literacy Trust reveló una fuerte disminución en la lectura, particularmente entre los chicos de 14 a 16 años, y es probable que los estudiantes que tienen dificultades para leer también las tengan en otras áreas académicas, algo que la Secretaria de Educación del Reino Unido, Bridget Phillipson, destacó recientemente. Iniciativas como estos nuevos encuentros en la biblioteca William Caxton tienen como objetivo abordar esta posible disminución en la lectura. Reconocemos que tenemos que encontrar nuevas y creativas fórmulas de interacción con nuestro alumnado si queremos que comprendan la importancia de la lectura.
Desde mi punto de vista, es más importante que nunca exponer a nuestros estudiantes a una literatura de calidad, y nuestra serie de encuentros tiene como objetivo precisamente eso. Los libros de ciencias que presentamos a nuestro alumnado han sido escritos por expertos en sus campos e investigados rigurosamente. Son, en muchos sentidos, la antítesis absoluta del contenido sensacionalista, simplista y, a menudo, engañoso al que acceden nuestros jóvenes en las redes sociales. Vivimos en un mundo de sobrecarga de información donde la desinformación y la pseudociencia prosperan, y nuestro deber es mostrarles que necesitan buscar en los lugares correctos si quieren encontrar las respuestas correctas. Si no lo hacemos, las consecuencias, creo, son muy preocupantes. Por supuesto, no quiero decir que internet sea "malo", pero espero que nuestros encuentros ayuden a que sean más reflexivos sobre el tipo de contenido online que quieren consumir.
Este es solo el comienzo de nuestro proyecto. Esperamos compartir más noticias sobre cómo se desarrollan estos eventos y las conversaciones que se entablan entre alumnado, profesorado y familias. Nuestro trabajo no acabará hasta que todos, independientemente de sus opciones universitarias, aspiraciones profesionales o calificaciones de exámenes, declaren con confianza y entusiasmo: "¡leer me hace inteligente!".
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